La historia que nadie quiere vivir (pero todos deberíamos)
Eran las 8:30 de la mañana de un martes cualquiera. El teléfono sonó con ese timbre que ya conoces: ese que trae problemas, no buenas noticias.
—“¡Se ha caído el ERP! ¡Tengo a todo el equipo parado! ¡Esto es un desastre!”
El cliente gritaba. No era culpa suya, era la frustración de ver a diez personas sin poder facturar, sin consultar stock, sin mover ni un pedido. Cada minuto que pasaba, eran euros que se escapaban.
En ese momento sentí dos cosas:
- Vergüenza, porque algo había fallado.
- Determinación, porque de ahí saldría una lección brutal.
Y así fue. Ese error se convirtió en la semilla del mejor servicio de soporte que hoy ofrecemos.
¿Qué aprendí de aquel grito?
Cuando una pyme confía en un ERP (o en cualquier software crítico), lo que busca no es solo tecnología. Busca tranquilidad. Quiere dormir por las noches sabiendo que su negocio no se para por un fallo técnico.
Ese día entendí algo que cambió nuestra forma de trabajar:
👉 El ERP es el corazón de la empresa, pero el soporte es la sangre que lo mantiene vivo.
Cómo montamos un soporte que de verdad funciona
1. Monitorización proactiva
Ya no esperamos a que el cliente llame gritando. Tenemos sistemas que avisan antes de que algo se rompa. Eso significa que muchas veces solucionamos incidencias antes de que nadie note nada.
2. Soporte humano, no robots
Sí, usamos tickets, pero detrás hay personas que entienden que una pyme no puede parar. Nada de respuestas automáticas sin sentido.
3. Formación a usuarios
El 40% de los “errores del sistema” resultaron ser dudas de uso. Así que diseñamos pequeñas cápsulas de formación para que cada empleado supiera lo básico y no dependiera del informático para todo.
4. Planes de contingencia
Aprendimos a tener siempre un “plan B”. Copias de seguridad, accesos alternativos, servidores espejo… porque el problema no es que algo falle, el problema es no estar preparado.
👉 Si quieres aprovecharte de nuestra experiencia y tienes un buen proyecto, podemos hablar. 👈
Lo que quiero que sepas si tienes una pyme
Si tu ERP se cae un día, no lo veas solo como una tragedia (aunque lo sea en ese momento). Velo como un espejo:
- ¿Tienes soporte de verdad o solo un número al que llamar?
- ¿Tus empleados saben qué hacer si el sistema no responde?
- ¿Tienes copias y planes de recuperación claros?
Porque aquí va la verdad dura: los fallos van a pasar sí o sí. Lo que marca la diferencia es cómo los enfrentas.
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Conclusión: el grito que salvó mi negocio
Ese cliente cabreado, ese grito incómodo que me hizo sudar frío, fue el punto de inflexión. Gracias a él entendí que no vendemos solo ERP, vendemos confianza.
Hoy, cuando entra una llamada de soporte, ya no tiemblo. Porque sé que, pase lo que pase, tenemos un sistema que responde.
Y si tú llevas tu pyme con la sensación de que un fallo te puede tumbar, mi consejo es claro: busca un socio tecnológico que no solo te instale software, sino que esté contigo cuando más lo necesites.